Tantra
Experiencia erótica
11/27/20242 min read


Experiencia erótica tántrica
La experiencia erótica intensa es la "semilla" fundamental de la espiritualidad tántrica. Es la emoción pura del amor mismo, la experiencia benéfica que estimula las pasiones, "inflama" los sentidos y despierta la energía latente KUNDALINI SHAKTI, que tiene su base en el centro de la vitalidad, el MULADHARA CHAKRA.
El sentimiento erótico es provocado por el contacto placentero de los sentidos con el mundo exterior, de este encuentro nace el placer. Cuando es debidamente refinado, sostenido y sabiamente canalizado (sublimado), el eros transfigurador conduce directamente a la experiencia de la trascendencia y del éxtasis divino. Amplificado al máximo, el placer orgásmico -en la relación sexual sin descarga- se inclina hacia un estado ampliado de conciencia, un estado de vacío beatífico que permite acceder a la trascendencia.
Para el Tantra, la eyaculación no es un orgasmo ni un estado que pueda convertirse en un trampolín para la evolución espiritual, sino una dolorosa descarga energética irreversible. Como mucho nos permite dormir bien. Así que, en el mejor de los casos, la eyaculación es un analgésico, que sigue dejando a la mujer frustrada y al hombre exhausto. En un acto sexual con descarga asistimos a una serie de cargas y descargas. Al cabo de unas horas, o de unos días, según la edad, sobre todo en el caso del hombre, la energía vuelve a subir, surge de nuevo el impulso sexual y vuelve a sentir la urgencia o el deseo sexual. De hecho, el hombre necesita un poco de descanso para "recuperar fuerzas", y la mujer, en la mayoría de los casos, una sana discusión para desahogar su frustración y dar paso a la esperanza de que esta vez sí quedará satisfecha.
El coito con eyaculación no permite esa colosal acumulación de energía que produce con el tiempo la continencia sexual y que conduce a estados paroxísticos de amor y expansión de la conciencia hasta el infinito.
El Tantra deja entrever así que existe una alternativa a este automatismo de la sexualidad común: el orgasmo es esencialmente una celebración de la felicidad debida al encuentro y la fusión de dos seres, dos tipos de energías distintas y polares, y este encuentro tiene como objetivo el acceso y la comunión con lo Divino.

